Empacamos la casa. Todo el fin de semana. Faulkner, Roth, Carver, Pynchon, los griegos y los romanos: todos entran en una caja, ahora sellada. Mis libros no verán la luz en muchos meses, años quizás. ¿Cómo se empaca una vida? El departamento de pronto es un espacio casi vacío. Las paredes sin cuadros, el refrigerador como un hospital nuevo, limpio, inundado por esa luz blanca que nunca me ha gustado.
Dentro de poco iremos al fin del mundo. And it feels fine.
domingo, 29 de noviembre de 2009
sábado, 28 de noviembre de 2009
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